Esto iba a ser un ‘artist statement’ o declaración de artista pero:
¿Cómo esas exigencias son cónsonas o justas a lo que ha sido mi práctica?... Ya es más de una década de trabajo en la que revisito este ejercicio de declaración de bienes adquiridos. De valía en base a un perfil de logros y ambiciones. Otra plantilla que provee la cultura para una clasificación rápida y determinante.
O sea, la exigencia de una linealidad temática o estilística, una consistencia en uso de medios e intereses, una evolución de mi ‘estilo’… o sea:
¿Qué carajos tengo que declarar aquí? En 200 caracteres tan precisos, concisos e impenetrables. Lo único que me atrevo a declarar es que mis intereses son el resultado del sobre-estímulo de este mundo inundado con información chatarra. Declaro que mi práctica la complementan los complejos agudizados por motivo de lo que pensé era una inocua fijación con las redes sociales. Declaro que nunca he entendido por qué debo capitalizar sobre un estilo, tema, tópico y/o estética. Que no entiendo cómo eso es reflejo de mi valía creativa.
(puede que me desvíe a mirar el celular mientras escribo; ya no concibo un mundo sin tanta interrupción; es como si la vida tuviera ads.) Ya me pasé por diez palabras de los doscientos caracteres que tenía para explicar la simpleza y grandeza que ostento. Quizás ya voy cayendo en cuenta que ambiciono lo mismo que todes: vigencia y capacidad y que esto es posmodernamente inaprehensible. Otro frustrado ejercicio de lograr articularme conforme a una plantilla de expectativas. Ya me cansé de tratar también.
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